Le dije, el rosa no me gusta.
Ella parecía enloquecida, tomó la percha de madera y se probó la campera de jean rosa…
Tenía puesto un vestido con pajaritos.
Se plantó delante del espejo, pagó la campera y se la llevó puesta!
Es la preferida, me dijo.
Listo, tachame la 5 y ponela en la tienda!